sábado, 14 de diciembre de 2013

Perito Moreno On the rocks

 

 

Segundo avión del viaje, en este caso la ruta Ushuaia-El Calafate con Aerolíneas Argentinas. Un avión que salía a las 13:35, y lo hizo 4 minutos antes, y que tardaba hora y media en llegar, y tardó 70 minutos. Bueno, no está mal, para una ruta que duraba unas 15 horas en bus (más el tiempo de espera entre los dos que teníamos que tomar). Otra de las ventajas fue el precio de unos 115 euros, frente a los 80-90 de los buses. Tomando el viaje como referencia pues no fue bastante movido, aunque siempre hay algunas de mis "queridas" turbulencias cuando me subo en un avión. Lógico en este caso por las fuertes presiones y vientos.


 

De llegada a El Calafate la típica disyuntiva, autobús (60 pesos) o taxi (180). Pero en este caso al ir tres ya nos salió a cuenta pagando lo mismo y yendo más tranquilos y hasta la puerta del hostel. Una vez acomodados nos dirigimos a buscar un tour para ver el Perito Moreno. Eso o tomar nosotros mismos los buses (colectivos) hasta allí y comprar la entrada (130 pesos) o alquilar un coche. Al final decidimos tomar una ruta alternativa que nos ofreció el hostel por 299 pesos (sí, como en las tiendas para que no parezca que pagas 300), con parada y caminata incluida. Eso sí, los 130 pesos de la entrada al Parque Nacional hay que pagarlos sí o sí. Para terminar la tarde, comprar algo de comer ya que no estaba incluido el desayuno, y para comer en el Perito, que tampoco estaba incluido en los 300... perdón, 299.

¡Compañía del Anillo, nos atacan los Uruk-hai!

El "cubito" de fondo



Toque de sirena a las 7:00 de la mañana asearse, comer algo y esperar al bus. Una vez dentro y con la compañía de otro par de alojadas en nuestro mismo hostel a recoger gente de otros, y a emprender la ruta por la carretera vieja, que así iba este tour alternativo. Durante el trayecto hicimos paradas en un par de lugares, viendo las enormes estancias (granjas de toda la vida, vamos, pero de potentados) y admirando la extraordinaria naturaleza argentina de esta zona. Una parada en un pequeño bar restaurante en la montaña para que atracaran un poco. Y es que con los precios en Argentina hoy en día hay que tener cuidado. Luego de vuelta al bus y comenzaba la visita, primero con un rato andando por las cercanías del Perito, en cierto inhóspito paraje para muchos de los turistas, aventuras en el barro incluidas y que recordaba a los parajes neozelandeses de El Señor de los Anillos. Pero sobrevividos al fin y al cabo, acabamos en la entrada a las pasarelas del Perito Moreno. ¿Y que decir de él?. De igual manera que las Cataratas de Iguazú, es de otro mundo. Una maravilla que lleva desde el principio de los tiempos pero que es muy difícil de describir con palabras. Es cierto que personalmente me quedo con las cataratas, por una simple posición personal. Pero estar frente a frente con ese "cubito de hielo" gigante deja sin palabras, y solo queda mirarlo. Aunque no pude captar ninguna rotura importante con la cámara de vídeo, si que pude con algunas pequeñas que editaré y colgaré más adelante. 




Tras unas tres horas observando al gigante tocaba volver a subir al autobús y volver a El Calafate para descansar y emprender viaje a El Chaltén, capital nacional del trekking y reventar un poco mis piernas. Pero eso en la próxima...

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