Viajar por el Sudeste Asiático para el poseedor de un pasaporte español
es bastante sencillo ya que en varios de los países de la zona no
necesitamos visados o son fáciles de obtener a la llegada. Sin duda lo
mejor es estar exento de necesitar visado, tanto por el ahorro
económico, nada desdeñable, como por el poder librarse de alguna cola de
más. En el post de hoy hablaré de mi experiencia en varias de esas
fronteras.
Desde el pasado año 2015 Indonesia
aplica la exención de visado a los ciudadanos españoles bajo una serie
de condiciones como son la imposibilidad de prorrogar la estancia de 30
días, cambiar el estatus del permiso de estancia y poseer billete de
vuelta o viaje a un tercer país. Una de las medidas más polémicas y de
la que nacionales españoles se han quejado ha sido de la imposibilidad
de salir por un puerto diferente al de la entrada lo que dificulta la
posibilidad de hacer rutas más cómodas. Anteriormente el visado de
entrada costaba 30 dólares estadounidenses y aún se puede pedir si el
pasajero quiere evitarse problemas. A pesar de los requisitos, en
ninguna de las dos ocasiones que entré con la exención de visado me
pidieron billete de salida.
Más sencillo es aún Singapur ya que la
estancia sin visado es de 90 días y nuestro pasaporte no nos dará más
problema que el tiempo de espera dependiendo de la cantidad de gente que
haya en las colas de inmigración. Afortunadamente la eficacia
singapurense hace que no se convierta en una experiencia traumática como
si puede llegar a ser la salida por tierra. Si uno tiene esta idea mi
recomendación es evitar el Malaysia–Singapore Second Link con los
puestos de control Tuas, del lado singapurense, y el Sultan Abu Bakar
CIQ Complex, del lado malasio, y optar por salir por el puesto de
control de Woodlands hasta el Sultan Iskandar Building, mucho menos
transitado y más sencillo de acceder. Mi experiencia en el primero es de
estar más de una hora esperando y casi llegando a perder el autobús que
me llevaba a Kuala Lumpur mientras que en el segundo tan solo me llevó
unos minutos.
Entrar en Malasia es tan sencillo como a Singapur en el aspecto de
sellado de pasaporte ya que los españoles también tenemos la exención de
visado pudiendo estar hasta 90 días en el país. Ninguna de las tres
veces que he estado allí he tenido problemas a la entrada aunque si que
una de las veces lo tuve a la salida. Ni en la salida hacia Tailandia ni
hacia Indonesia me pusieron ningún problema pero cuando viajé de Kuala
Lumpur a Phnom Pehn, la aerolínea de bandera, Malaysia Airlines, me
obligó a comprar un billete de salida de la capital camboyana frustrando
mis planes de salir de Camboya hacia Tailandia por tierra. A pesar de
tener tarjetas de crédito y medios suficientes fue imposible y tuve que
comprar un billete. Por supuesto no fue a ellos sino a una compañía con
la tarifa más barata.
Irónicamente, a la llegada a Camboya,
país en el que si necesitamos visado [1], no me pidieron ningún billete
de salida, ni aéreo ni terrestre. Incluso en mi segunda visita al país
jemer tampoco fui requerido a ello. En la frontera camboyana la
dificultad es pequeña, tan solo rellenar un formulario, dejar una foto y
previo pago de 20 dólares estadounidenses ya tiene uno su visado valido
por un mes. La salida es mucho más sencilla y bastante rápida, sea por
el aeropuerto de la capital o por el ubicado en Siem Reap.
En cuanto a Tailandia todo depende de si
uno entre por tierra o por aire. Mientras que por aire a la llegada se
nos permite una estancia de 30 días, en el caso de la vía terrestre eso
se reduce a 15. No hay mayor problema si uno desea quedarse más tiempo,
solo tiene que salir del país y pasar un par de días fuera o aprovechar
para visitar otros países de la zona como yo hice. Lo máximo que uno
puede necesitar es tener un billete de salida.
Y acabo mi repaso con el lugar más
complicado en el tema de visado que he visitado en el Sudeste Asiático,
que no es otro que Myanmar, la antigua Birmania. En este caso es
imposible visitar el país sin haber obtenido un visado previo [2] a la
llegada. En mi caso me lo hice en la embajada birmana ubicada en Bangkok
y la mecánica en bastante sencilla, rellenamos el formulario con
nuestra dirección o direcciones en Myanmar, adjuntamos un par de
fotografías y pagamos. Hay varias opciones de visado; urgente para
recoger el mismo día, otro para el día siguiente o el más económico,
para el que hay que esperar tres días. En mi caso, al no tener prisa, yo
opté por la última opción pagando 810 baht (unos 20 euros). El visado
es valido para permanecer 28 días en el país y no hay mayor problema en
inmigración ni a la entrada ni a la salida.
[1] También se puede obtener un visado
electrónico (e-Visa) en la página web del Ministerio de asuntos
exteriores y cooperación internacional del Reino de Camboya: https://www.evisa.gov.kh/
[2] Como en el caso de Camboya, se puede
obtener un visado electrónico (e-Visa) a través de la página web del
Ministerio de trabajo, inmigración y población de la República de la
Unión de Myanmar: http://www.evisa.moip.gov.mm/index.aspx
No hay comentarios:
Publicar un comentario