jueves, 7 de noviembre de 2013

Hasta la vista, Sao Paulo

A pesar de mi voluntad me será difícil mantener un ritmo constante de actualizaciones por varias causas, siendo la principal de ellas el mal acceso a Internet. Así ocurrió, de hecho, en el albergue de Río en el que fue imposible subir ni una mísera foto al servidor. Pero bueno, este viaje es para relajarse no para enfadarse ni ponerse nervioso.

Avenida Paulista

Hoy hablaré del último día en Sao Paulo y el viaje a Río, que ocupará el siguiente mensaje, hasta la salida hacia Iguazú, a la que he llegado justo hoy. Un día en el que también me he enterado de que he sido acreditado para el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, todo un orgullo y un privilegio. Así que del 16 al 24 de noviembre la agenda estará repleta de buen cine, y podré explorar esa parte de Argentina, a la que dedicaré bastantes jornadas del viaje.

Avenida Paulista de nuevo

Si en la anterior entrada me quedaba al terminar de comprar el billete de bus para Río, aquí retomamos por la mañana del día siguiente. Levantado temprano mi primera visita fue a una gran librería, la Livreria Cultura, donde busqué infructuosamente varias películas brasileñas en DVD o Blu-ray, ya que casi todas las interesantes estaban descatalogadas. También decir que sorprendentemente no hay mucha variedad de cine autóctono en las tiendas, a pesar de su alto nivel de producción. Algo decepcionante pero bueno, quizás de igual manera que en otros países el auge del DVD ya pasó. 

Banderas de los equipos de fútbol brasileños

Por ahí andan Pelé y un toro bravo para el Mundial de España

Cambiando de tercio me dirigí al Museo del Fútbol, en el que como en otros museos no permitían hacer fotos, lo que no me impidió tomar alguna furtivamente con el móvil. El museo no deja de ser interesante para un aficionado al fútbol pero decepcionante por su nombre ya que es un museo del fútbol brasileño con, tan solo, datos sobre los mundiales disputados y ya está. Eso sí, en la tienda se pueden comprar camisetas del FC Barcelona, Real Madrid, Manchester, Milán, etc... Volviendo al museo si que es didáctico e interactivo, con multitud de vídeos, datos sobre los equipos de fútbol brasileño, e incluso un apartado dedicado a la vida en aquellos años que se popularizó el balompie en Brasil y los fútbolistas se codeaban con escritores, artistas y demás gente de cierta élite. Y Pelé te da la bienvenida en un panel en movimiento en portugués, castellano e inglés.

Jardín Oriental en Liberdade

Placa en homenaje a los promotores del Barrio Oriental

La siguiente parada era Liberdade, también designado como el barrio asiático de Sao Paulo. Y es que la mayoría de inmigración japonesa llegada a Brasil se encuentra allí, siendo la comunidad nipona más amplía fuera de Japón. Según los datos también hay amplía representación china, taiwanesa y coreana. Por mi parte debo decir que en el rato que estuve realmente vi mucha más gente con rasgos asiáticos que sin ellos, y es ciertamente un toque exótico en un país ya de por si variado y mezclado étnicamente. Sin duda es recomendable la vista y con más tiempo poder perderse y comer en sus restaurantes y mirar sus puestos. Quizás en otro viaje con más tiempo me dedique a explorar Sao Paulo e incluso Río, ambas fascinantes ciudades. 

Señor que me pidió hacerle una foto al pasar en la Av. Paulista

Pero antes de divagar y pensar en el futuro nos centramos en el presente, y tras terminar este tour me dirigí al albergue a reencontrarme con los compañeros y a ir cerrando nuestro periplo por tierras paulistas. Tras una última vuelta para comprar un cable para el ordenador de Joan, cenamos, preparamos nuestros enseres y nos encaminamos a la estación de autobuses. Una vez allí nos sorprendió un mexicano al exclamar "se nota que sois españoles", por nuestra manera de hablar y, lo que más nos sorprendió es que comenzó a hablar catalán, producto de su año y medio estudiando en la Universidad de Barcelona, ciudad que confesó echar de menos. Una interesante y divertida anécdota que nos sirvió para cerrar este periplo. Después de ello un viaje de unas seis horas en autobús directos a Río de Janeiro, donde nos esperaba el Cristo Redentor de Corcovado y otras cosas de las que hablaremos en la próxima entrega.

Datos de interés:

Museu do Futebol (Museo del fútbol)
Metro línea 2 (verde) parada Clínicas
Una vez bajado se va hacia la calle Itajobi. Luego tomar la calle de la derecha Capivari y, cuando esta acaba, subir por Itápolis hasta llegar. Todo esto son unos 15-20 minutos desde el metro.

Liberdade (Barrio asiático)
Metro línea 1 (azul) parada Liberdade

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